Con récord global de 24-7 ante Tigres y Reales
La última vez que los Indios de Cleveland ganaron una Serie Mundial fue en 1948, cuando derrotaron en seis juegos (4-2) a los Bravos de Boston. Han transcurrido 68 años desde la conquista de aquel gallardete, pero las esperanzas de cargar el trofeo del clásico de otoño han regresado con una ‘tribu’ renovada en 2016, la cual para mí lideran el mánager Terry Francona y el joven campocorto puertorriqueño de 22 años de edad Francisco Lindor.
En aquella temporada de 1948, las máximas figuras de los Indios eran los distinguidos miembros del Salón de la Fama Larry Doby, Lou Boudreau (mánager-jugador del club), Bob Feller y Bob Lemon; los poderosos artilleros Joe Gordon y Ken Keltner, un jardinero de gran contacto llamado Dale Mitchell y el pitcher zurdo Gene Bearden, quien experimentó en esa campaña su única notable actuación en Grandes Ligas, al ganar 20 partidos.
Incluso, el legendario pitcher de las Ligas Negras entre las décadas de los años 20s y 40s del siglo XX, Leroy Satchel Paige, en ese año de 1948 tuvo oportunidad de lanzar en la única Serie Mundial de su carrera en el beisbol, cuando el mánager Boudreau lo trajo del bullpen para que sacara los últimos dos outs del séptimo inning en el quinto juego, cosa que hizo al dominar a Warren Spahn y Tommy Holmes.
Y ustedes preguntarán qué necesidad tengo de citar a Paige, otro excelso integrante del templo de los inmortales de Cooperstown, para referirme a los actuales Indios. Me encanta revivir y recrear la historia, en este caso para conceder aún mayor valor a la gran temporada del equipo de Cleveland en 2016, el cual ha tenido la virtud de abrumar a sus dos principales rivales en la División Central, la indiscutible clave de su éxito.
Hasta el jueves 22 de septiembre, los Indios tenían balance de ganados y perdidos de 89-63, en gran medida por el contundente resultado de sus series ante los Tigres de Detroit (13 victorias en 15 juegos) y los campeones mundiales Reales de Kansas City (11 triunfos en 16 partidos), para balance global de 24-7 entre estos dos equipos y de 44-22 ante todos los conjuntos de su división hasta el jueves 22 de septiembre. Y, naturalmente, al esfuerzo colectivo de pitcher y bateadores, en el plano individual resalto de nuevo el liderazgo del mánager Francona y el juego contagioso de Lindor.
Cuando Francona fue contratado para dirigir a los Indios, el equipo venía de finalizar con marca de 68-94 en la temporada de 2012 y de ese horrendo registro pasó a un positivo 92-70 en 2013 con el experimentado piloto al frente del club. Durante sus cuatro años como mánager del equipo de Cleveland, incluyendo 2016, él muestra récord de 347-290, para porcentaje de .545. Es necesario recordar que los Medias Rojas de Boston no ganaban una Serie Mundial desde 1918, sequía que concluyó con el arribo de Francona en 2004.
Por otra parte, el impulso que ha dado Lindor a los Indios me resulta evidente. Desde que llegó a Grandes Ligas el 14 de junio de 2015, el equipo cuenta con balance de ganados y perdidos de 140-110 con el boricua de Caguas en el lineup, es decir 30 partidos sobre los .500, hasta el jueves 22 de septiembre de este año. Además de su impecable defensiva, al batear ha colocado la bola en juego en 486 oportunidades en comparación con las 101 ocasiones que no lo ha hecho, mejor que el propio Mike Trout (363 por 159). Esta estadística es importante en el aporte de un pelotero para ayudar a ganar los juegos.
Cuando cree tener la razón, Terry Francona batalla por cada strike, cada jugada