Con la notable ausencia de Derek Jeter, la gran incógnita que encierra Alex Rodríguez (el próximo julio cumple 40 años), los altibajos de Chase Headley, más el letargo de Brian Cashman durante el receso de temporada, con toda sinceridad me resulta incompresible que el gerente general de los Yankees de Nueva York haya enviado al venezolano Martín Prado (video) a los Marlins de Miami por un pitcher que viene de tener récord de 6-14: Nathan Eovaldi (foto).
En la supuesta búsqueda de respuestas ante las dudas que genera la salud de los lanzadores abridores CC Sabathia, el japonés Masahiro Tanaka e Iván Nova, este último en recuperación tras someterse a cirugía Tommy John, el gerente general Cashman se enfocó en concretar una transacción para traer de Miami al derecho Eovaldi, el inicialista Garret Jones, y el pitcher Domingo Germán, a cambio de Prado y el también lanzador David Phelps.
Prado, de 31 años de edad, es un versátil pelotero que ha jugado todas las posiciones del infield y el outfield, sobre todo en tercera base. Además destaca por su ofensiva, al punto de ser bateador de .291 de por vida durante sus nueve temporadas en las mayores, con 25 o más dobles conectados en seis de ellas. Él llegó a los Yankees procedente de los Diamondbacks de Arizona el 31 de julio pasado, para dejar average de .317 en 37 juegos.
No quiero menospreciar a ningún jugador de beisbol, pero Eovaldi no ha demostrado ninguna consistencia en su carrera de cuatro años en las mayores, en la cual tiene marca global de 15-35. Ya cité aquí su balance de 6-14 en la temporada pasada, cuando fue líder en hits permitidos (223 en 33 aperturas) en la Liga Nacional. Cashman justifica el cambio por la edad de este lanzador (en febrero cumple 25) y por su velocidad (entre 94 y 98 millas por hora). ¿Suficiente? No lo creo.
Por otra parte, el mánager de los Yankees Joe Girardi parece decidido a colocar a Rodríguez como campocorto de todos los días, tras el retiro de Jeter. Cashman no está de acuerdo con eso, y en ese punto le concedo la razón. Con una carrera en pleno descenso y muchos roces con el equipo de Nueva York, A-Rod estuvo inactivo toda la temporada de 2014, a causa de una suspensión por uso de sustancias prohibidas en el beisbol y el escándalo de la clínica Biogénesis de Coral Gables, Florida. Si este es el panorama, entonces por qué salió de Prado.
Si me topara con Cashman en Tampa o Nueva York, sólo le diría que para rescatar el receso de temporada llamara a Scott Boras y tratara de adquirir a Max Scherzer o como mínimo a James Shields, ambos lanzadores aún como agentes libres. Si no hace un movimiento audaz, veremos a los Yankees fuera de la postemporada una vez más.