
No sé en qué género la clasificaría. Me agradaría sostener una conversación con la destacada actriz mexicana María Sandoval, divina presencia entre tablas y candilejas, y con el actor venezolano y gran amigo José Domínguez, ciento por ciento hombre de teatro, para que ambos me ayudaran a tratar de comprender en qué consiste la puesta en escena que pretende llevar Alex Rodríguez, con los Yankees de Nueva York en 2015.
A-Rod, como también se conoce al jugador estadounidense de origen dominicano, después de colocar una foto suya en una práctica de bateo, agregó otra gráfica supuestamente tomando rollings (no se ve nada natural como podrás ver) en el estadio del Christopher Columbus High School, en Westchester, Florida, un suburbio de la ciudad de Miami.
En realidad, que haya publicado en la cuenta que tiene abierta en Instagram esas dos estampas en el terreno de juego de los Explorers, su equipo en el bachillerato, no tiene nada del otro mundo, pero tengo la particular sensación que lo hizo como respuesta a los movimientos de pretemporada ejecutados por el gerente general de los Yankees Brian Cashman, los cuales relegan a Rodríguez al rol de bateador designado.
Creo que Rodríguez quiere ser el protagonista principal de una obra, en este caso de beisbol, cuyo director (Cashman) no lo quiere para en ese papel. Y eso está muy claro, desde el mismo momento que los Yankees decidieron extender contrato de cuatro años y 52 millones de dólares al tercera base Chase Headley, además de firmar al campocorto Stephen Drew por cinco millones, sólo por la campaña de 2015.
Por si fuera poco, Cashman ha sido muy directo en sus declaraciones. «Headley será el tercera base de todos los días, y Alex, con suerte, estará para nosotros en la posición de bateador designado», subrayó el gerente general del equipo neoyorquino. Es evidente que el directivo de los Yankees no traga, por decirlo de algún modo, a Rodríguez. Me lo dice ese «con suerte» que expresó. Todo lo sucedido en los últimos dos años con el escándalo de la Clínica Biogénesis de Miami acabó con cualquier vínculo laboral-afectivo entre ambos.
Después de permanecer suspendido durante toda la campaña de 2014 por el uso de sustancias prohibidas en el beisbol, A-Rod tendrá que reportarse al campo de entrenamiento primaveral del equipo, en Tampa, Florida, el 25 de febrero. Será la primera platea de esta nueva «obra de teatro», que luego se trasladará al escenario principal: el Yankee Stadium. Imagino que se escucharán más pitas que aplausos (ver video aficionado de 2013), en medio de gran atención mediática.
Naturalmente, lo que escribí al principio de María y José, es algo figurado. No pueden dar un género a esta mise-en-scène, pero ellos si representan la esencia del arte y reciben muchísimos aplausos cuando cae el telón.