Miguel Cabrera atribuye a la mecánica su éxito como bateador
Miguel Cabrera ha sido distinguido en dos ocasiones como Jugador Más Valioso de la Liga Americana (2012 y 2013), ha ganado tres títulos de bateo (2011, 2012 y 2013) con oportunidad de agregar otro en la temporada de 2015, además de convertirse en el primer jugador en alcanzar la triple corona en 45 años, cuando concretó la hazaña en la campaña de 2012. El inicialista venezolano de los Tigres de Detroit atribuye su éxito a la mecánica, “todo a la mecánica”.
Al menos esa es la respuesta que Miggy dio al creador de Sport Science de ESPN John Brenkus, cuando le preguntó la clave de su notable éxito como bateador, como parte de la presentación del video Miguel the Masher, en el cual de manera científica se analiza y se mide la capacidad ofensiva del astro de los Tigres, quien sin lugar a dudas es dueño de uno de los más espectaculares swings que ha conocido el beisbol en todos los tiempos. Este calificativo no tiene nada de exageración, créanmelo.
Hay detalles que realmente asombran en el video sobre Miguel producido por Sport Science, como por ejemplo que la velocidad pico de rotación de sus hombros al batear es de 1,100 grados por segundo, es decir, 20% superior al promedio en Grandes Ligas, con un área de contacto 50% más extensa, además de desarrollar 85 millas por hora (136.7942 kilómetros) al ejecutar el swing con su bate. Impresionante.
Por si fuera poco, el estudio de Sport Science para ESPN registra que el impacto que produce Cabrera al golpear la pelota con su bate es de 8.000 libras de fuerza, con poder para recorrer más de 30 millas al conectar de jonrón, algo así como viajar desde la ciudad de Nueva York hacia el norte durante casi una hora en carro, hasta llegar a la villa de Tarrytown, situada en la orilla este del río Hudson.
En el video, se compara la densidad de una pelota de beisbol (10.25 gramos/pulgadas cúbicas) con la de una manzana (3.3 gramos/pulgadas cúbicas), y podrás admirar cómo Miguel pulveriza la fruta, precisamente por su menor densidad, al batearla con todo su poder (en la captura del video). En ese momento Brenkus subraya que Cabrera la convierte en “compota de manzana”.
Desde que Miguel Cabrera regresó de la lista de inhabilitados, entre el viernes 14 y el domingo 23 de agosto, había conectado 17 hits en 34 turnos, incluyendo 10 dobles y un jonrón, para promedio de .500, con lo cual colocó su average de la temporada en .367. En ese período, él coleccionó siete partidos con dos o más hits, cinco de ellos en forma consecutiva, además de anotar ocho carreras con cinco empujadas.
Es relevante para mí que Miggy sumó en esos juegos 42 apariciones al plato, cuyo renglón es el que dictamina si un jugador clasifica o no para ganar el título de bateo. Cabrera necesita 502 apariciones (no turnos legales) para optar a ese campeonato ofensivo, y hasta el domingo 23 de agosto reunía 371, lo cual quiere decir que si él promedia al menos cuatro apariciones en cada uno de los 39 encuentros de temporada regular que le restan a los Tigres, agregaría 156 apariciones más y terminaría con 527. Por lo tanto, su cuarto título de bateo está a la vista.