Atlanta realizó una de las peores transacciones en la historia del beisbol
Creo que los aficionados de 29 de los 30 equipos de Grandes Ligas celebraron el día inaugural u opening day de la temporada de 2015, excepto los fanáticos de los Bravos de Atlanta. A pocas horas de su primer partido de la campaña ante los Marlins en Miami, se conoció la transacción que envió a los Padres de San Diego a su ahora ex cerrador estelar: Craig Kimbrel. Con toda honestidad, demasiado fuerte y muy próximo al inicio de todo para que ellos puedan asimilarlo.
El domingo 5 de abril, los Bravos concretaron el cambio de Kimbrel y del outfielder Melvin Upton Jr. por los jardineros Cameron Maybin, Carlos Quentin y Jordan Paroubeck, además del pitcher derecho Matt Wisler y el jugador 41 de primera ronda del draft de 2015, el mismo día en que Cardenales de San Luis y Cachorros de Chicago corrieron el telón de la temporada en el más que centenario Wrigley Field.
Las peores transacciones
El hecho de negociar a Kimbrel, uno de los más consistentes cerradores –y tal vez el mejor- de Grandes Ligas, por cuatro jugadores que no van a resolver ninguno de los problemas que tendrán los Bravos este año, me parece un sinsentido. Cameron Maybin ha sido outfielder regular en dos de sus ocho años en Grandes Ligas, con promedio no superior a los .264. Por otra parte, el historial de lesiones de Carlos Quentin le ha impedido jugar una campaña completa desde 2010.
A mi manera de ver las cosas, el gerente general de los Bravos John Hart ha realizado una de las peores transacciones en la historia del beisbol, y el tiempo así lo dirá. El cambio de Kimbrel se une a los de Justin Upton y Evan Gattis durante el receso de temporada, los dos bateadores que más jonrones conectaron (29 y 22, respectivamente) para Atlanta en 2014, cuando este club finalizó undécimo en cuadrangulares (123) y penúltimo en carreras empujadas (545).
Efectos del cambio
Entiendo muy bien que la negociación representa un ahorro de 60 millones de dólares para la reconstrucción de los Bravos, cómo valoran al pitcher Wisler y al novato Paroubeck, y la atención que necesitan prestar al proyecto de un nuevo estadio para 2017, pero todavía no me cuadra a las puertas de una temporada por la decepción que supone para los aficionados.
Al menos a corto plazo, esta partida la gana el gerente general de los Padres A.J. Preller, quien procura construir un equipo competidor después de muchas tinieblas en San Diego. A continuación te presento siete efectos para este año que generará, según mi opinión, el cambio de Kimbrel, ganador del premio Novato del Año en 2011, quien en sus primeras cinco temporadas en Grandes Ligas consiguió promedio de 14.8 ponches por cada nueve innings lanzados, siendo líder de la Liga Nacional en juegos salvados en las últimas cuatro campañas.
- Incluso antes del cambio de Kimbrel, había destacado que los Padres de San Diego tenían gran opción para ganar el título de la División Oeste de la Liga Nacional, o como mínimo un cupo para la postemporada como wild card. Mi proyección queda reforzada.
- Los Padres tendrán su primera campaña ganadora (más triunfos que derrotas) desde 2011, y estimo que estarán en una serie de postemporada por tercera vez desde 1999. El equipo de San Diego avanzó a las Series de Division de 2006 y 2007. En ambas ocasiones fue eliminado por los Cardenales de San Luis.
- Con menor oposición en su división (el equipo de Atlanta está disminuido), los Nacionales de Washington están en capacidad de alcanzar por primera vez en su historia 100 victorias, incluyendo la etapa como Expos de Montreal entre 1969 y 2004. El récord de triunfos de la franquicia en una campaña es de 98, establecido en 2012.
- Por la misma razón, a mi juicio los Marlins de Miami conseguirán la primera temporada positiva desde 2009, cuando concluyó con balance de 87-75.
- Con Kimbrel como cerrador salvando 47 juegos, los Bravos terminaron con registro negativo de 79-83 la campaña de 2014. Me atrevo a pronosticar que el equipo de Atlanta perderá más de 90 juegos por primera vez desde 1990, cuando concluyeron con marca de 65-97. Por cierto, ese año se inició la era del mánager Bobby Cox, quien tomó las riendas del club a raíz del despido del piloto Russ Nixon, tras sufrir 40 reveses en los primeros 65 partidos de aquella temporada.
- Con un cerrador de la calidad de Kimbrel para preservar los triunfos, y un equipo que presenta buena ofensiva, el pitcher abridor James Shields pudiera superar su cifra tope individual de victorias en una temporada, la cual fue de 16 en la campaña de 2011, cuando lideró la Liga Americana en juegos completos (11) y blanqueos (4). En sus previos nueve años en las mayores lanzó para clubes de poca producción ofensiva: Rays de Tampa Bay y Reales de Kansas City.
- Al concretar esta transacción, los Padres situaron por primera vez en la historia sobre los 100 millones de dólares su payroll o nómina salarial para un día inaugural de temporada, al elevarla de $90.636.600 en la apertura de la campaña 2014 a $108.387.033 para el inicio de 2015.