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Desde el año pasado me ha resultado bastante curioso ver diferentes promociones en medios de comunicación relacionadas con los bateadores de la Liga Nacional y los Dodgers de Los Ángeles, en las cuales aparece de manera preponderante el cubano Yasiel Puig y no el californiano de origen mexicano Adrián González, incluso en el mismo portal en Internet de la Major League Baseball. Fue muy notorio sobre todo al comienzo de la temporada de 2014.
Las cosas no cambiaron mucho en el preámbulo de la campaña de 2015, a pesar de que González lideró a su equipo en jonrones (27) y a la propia Liga Nacional en carreras empujadas (116) en 2014, en cuyo año la cobertura mediática alrededor de Puig en algunos casos llegó al extremo de comparar al outfielder de los Dodgers con el astro puertorriqueño Roberto Clemente, ilustre miembro del Salón de la Fama.
Puig terminó la temporada anterior con sólo 16 cuadrangulares conectados en 640 apariciones en el plato, luego de batear únicamente cinco jonrones en los últimos 100 partidos que jugó con los Dodgers, entre el 29 de mayo y el 28 de septiembre de 2014. De todas formas, los medios siguieron ahí, resaltando ahora el slump o colapso ofensivo del cubano y no las bondades de González, quien el miércoles 8 de abril hizo historia en Dodger Stadium y se ganó todos los titulares de prensa.
Esa noche, frente a los Padres de San Diego ligó cuatro hits en igual número de turnos al bate, incluyendo tres jonrones, para sumar cinco cuadrangulares en los primeros tres partidos de la temporada, un récord en la historia de Grandes Ligas, es decir, jamás un jugador del beisbol mayor había logrado tal demostración de poder al inicio de una campaña.
Por si fuera poco, su promedio de bateo es de .769, producto de 10 imparables en 13 turnos legales, con siete remolcadas, porcentaje de slugging de 2.077 y OPS de 2.846. Claro, no podemos esperar que Adrián desaparezca cinco pelotas del parque cada tres juegos a lo largo del año, pero corrobora lo que escribí cuando hice mi pronóstico de pretemporada de la División Oeste de la Liga Nacional para 2015.
Al hacer la evaluación sobre el bateo del equipo y la presencia de González, subrayé que “en la alineación de los Dodgers no veo otro jugador con su capacidad productiva”. Y es que en realidad no lo hay. A mí no me cabe la menor duda que las dos grandes figuras del club que dirige Don Mattingly son el pitcher zurdo Clayton Kershaw, ganador de los premios Jugador Más Valioso y Cy Young en la Liga Nacional en 2014, y el mexicano González.
A cuanto a Puig, no ha tenido buen comienzo de campaña, con sólo un hit en 14 turnos para promedio de .089 en esos primeros tres juegos, pero yo identifico en él enormes condiciones naturales como atleta para jugar al beisbol. Puede llegar tan lejos como se lo proponga, aunque considero que tanta atención de los medios lo puede afectar de dos formas negativas: creerse que es una estrella sin aún llegar a serlo o sentirse demasiado presionado.
Yo espero una muy buena actuación del cubano de Cienfuegos en 2015. En ningún caso Yasiel será una nueva versión de Joe Charboneau. ¿Lo recuerdan? Aquél excéntrico outfielder de los Indios de Cleveland, quien bateó 23 jonrones en 1980, lo situaron en el cénit, lo llamaron ‘Super Joe’, y dos años más tarde cayó al nadir para colgar el guante, tras sufrir problemas en la espalda. La última vez que se puso un uniforme de beisbol de Grandes Ligas fue como extra de la película The Natural (1984) protagonizada por Robert Redford.