El pitcheo mantiene de pie al equipo neoyorquino de la Nacional
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Tengo por seguro que los Mets de Nueva York tenían conocimiento de su recta de cuatro que alcanza las 96 millas por hora, que es capaz de controlar la bola rápida dentro y fuera de la zona, además de combinar muy bien este lanzamiento con el cambio y otros envíos de ruptura, pero también estoy convencido de que ellos no esperaban el debut tan espectacular del pitcher zurdo novato Steven Matz.
Precisamente, este jovencito de 24 años de edad, oriundo de la localidad de Stony Brook, situada en la costa norte de Long Island, Nueva York, tiene y sabe cómo lanzar, porque además de ese arsenal que ya describí, cuenta con notable mentalidad que, a mi parecer, también lo hace un buen bateador, al punto de conectar de 3-3, con cuatro carreras empujadas el día de su debut en Grandes Ligas (junio 28, 2015).
Con esa actuación ofensiva se convirtió en el primer jugador en la historia de la franquicia en remolcar cuatro carreras en su presentación inicial en las mayores, y también en el undécimo pelotero en despachar tres hits y producir cuatro rayitas en su debut en Grandes Ligas. Estos hitos ocultaron, en cierto modo, su magnífica actuación como pitcher abridor aquella tarde en el Citi Field de Nueva York, en la cual se adjudicó la victoria frente a los Rojos de Cincinnati, tras lanzar 7.2 innings, permitir cinco hits y dos carreras, con seis ponches.
Es necesario destacar que el tránsito de Matz (foto) para llegar a las mayores no ha sido fácil. Steven tuvo que afrontar una cirugía Tommy John en sus inicios, y se recuperó de tal manera que en sus cuatro años en las menores su efectividad de carreras limpias permitidas por cada nueve inning lanzados no ha sido mayor de 2.62 en la temporada de 2012. Antes de subir este año, bateaba para .304 (siete hits en 23 turnos legales) en la Liga de la Costa del Pacífico triple A.
Su desempeño ofensivo destaca aún más en un equipo como los Mets, el cual hasta los juegos del domingo 28 de junio tenía el peor promedio de bateo colectivo de la Liga Nacional (.235), sus 117 dobles en forma global era sólo mejor que los 105 de los Rojos y los 102 de los Marlins de Miami, además de ser el único club del circuito con menos de 600 hits conectados, 597 para ser más exacto, cifra que contrastaba con los 719 de los actuales campeones mundiales Gigantes de San Francisco, líderes en ese departamento.
A pesar de ello, los Mets iniciaron la semana con registro de 40-37, a sólo dos juegos de los Nacionales de Washington, que están al frente de la Liga Nacional. Es obvio suponer que la labor monticular de pitchers abridores como Jacob DeGrom, Matt Harvey, el dominicano Bartolo Colón, y el también novato Noah Syndergaard, unido al trabajo del cerrador Jeurys Familia, ha sido la clave en esa marca positiva.
Sin embargo, creo que eso no es sostenible. Imagino que el gerente general del club Sandy Alderson ya tendrá en mente hacer algunos movimientos antes del tradeline (julio 31), para fortalecer un débil lineup que tiene como máximos productores a Lucas Duda y al venezolano Willie Flores, ambos con 33 carreras impulsadas.
El bate de Plinio: en la tercera entrada del partido dominical entre Astros y Yankees, el intermedista venezolano del equipo de Houston José Altuve desarrolló una velocidad de 18.8 millas por hora, para recorrer una larga distancia de 119 pies, desde lo más profundo de la segunda base, internándose al jardín derecho cerca de la raya del rightfield, para capturar un batazo elevado de Álex Rodríguez, tras breve malabarismo con la bola. La jugada, que fue cronometrada por Statcast, puedes verla en el video de abajo en esta misma página. ¡Impresionante!